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Territorio de Vida de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Tukano Oriental de Guaviare Asopamurĩmajsã, Colombia

Español [English below]

Asopamurĩmajsã está constituida por cuatro resguardos indígenas —La Asunción, La Fuga, Panuré y El Refugio— localizados en el departamento del Guaviare, en el extremo norte de la Amazonia colombiana. Los habitantes de estos territorios somos indígenas pertenecientes al pueblo Tukano Oriental venidos del departamento vecino de Vaupés, donde está nuestro territorio ancestral de origen.

La historia de nuestro territorio

La historia es importante para nosotros, ya que guarda la memoria del relato de origen, el recorrido de nuestros antepasados por el territorio ancestral, la aparición en la Tierra y el conocimiento de la naturaleza y las prácticas culturales compartidas entre los grupos étnicos de la familia Tukano Oriental. Antiguamente, compartíamos un gran territorio que incluía parte de Brasil y Colombia. Vivíamos en malocas de familias o clanes, y a menudo nos movíamos para visitar a los parientes y formar matrimonios. La maloca es una casa ancestral, centro de la cultura, donde todas las personas aprenden y enseñan la tradición.

En el siglo XX, muchas personas emigraron de Vaupés a Gauviare en busca de trabajo y oportunidades, para huir de la violencia y la guerra, para aprovechar la riqueza de los ríos y recursos pesqueros, entre otros motivos.

De la misma manera que otros pueblos indígenas en Colombia, hemos luchado para reclamar nuestros derechos y hemos avanzado en procesos de organización para hacerlos cumplir. En el Guaviare, por ejemplo, los Tukano Oriental hemos hecho parte de organizaciones del ámbito departamental como el CRIGUA II, así como de organizaciones regionales y nacionales como la OPIAC y la ONIC. También logramos avanzar en el reconocimiento de nuestros asentamientos, primero como reservas y luego como resguardos, y en la conformación de nuestras comunidades alrededor de sus autoridades.

Para protegernos de las influencias externas, y preservar nuestra identidad, cultura y derechos, las mujeres de nuestro pueblo crearon la Unión de Mujeres que Generan Vida y Esperanza e impulsaron la constitución de Asopamurĩmajsã, una Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas (AATI), que fue reconocida por el Ministerio del Interior y de Justicia en 2011.

Nuestra organización y autogobierno

Los resguardos indígenas en Colombia son instituciones sociopolíticas que toman decisiones de gobierno propio, están delimitados y tienen título de propiedad colectiva. En nuestros resguardos la autoridad tradicional es el capitán que forma parte de la junta directiva junto con secretario, tesorero, fiscal y otros representantes elegidos por votación por la comunidad para un periodo de dos años.

Los cuatro resguardos Tukano Oriental de Guaviare nos organizamos en la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas (AATI), que también es una entidad pública de carácter especial para el gobierno propio. La autoridad máxima es la Asamblea constituida por representantes de los cuatro resguardos elegidos por un periodo de cuatro años. Cada resguardo tiene su Plan de Vida, que es un instrumento de política y gobierno que expresa las prioridades para satisfacer las necesidades como pueblos para vivir bien en el territorio.

Nuestro Territorio

Los cuatro resguardos que constituyen nuestra Asociación tienen títulos colectivos independientes y no son contiguos. Tres se encuentran en el municipio de San José del Guaviare y uno en El Retorno. En total cubren una superficie de 5.091 ha: Panuré (303 ha), El Refugio (379 ha), La Fuga (3.680 ha) y La Asunción (702 ha).

Recientemente, hemos reconocido y declarado dentro de nuestros resguardos áreas de conservación indígena y comunitaria (Ticca), que esperamos mapear pronto para definir el plan de manejo tradicional del territorio. Estas áreas albergan muchas especies de fauna y flora, lo que demuestra la estrecha relación que compartimos con la naturaleza. Nos consideramos protectores del bosque y los humedales que todavía se encuentran aquí.

Cada resguardo tiene áreas definidas para diferentes actividades. Algunas de estas áreas tienen importancia ambiental. Tenemos zonas altas con bosque natural, bosque secundario, pastos, zona de chagra tradicional en producción y los sitios de asentamiento de las comunidades donde también disponemos de lugares cerca de las viviendas para cultivos y recolección de recursos.

Las áreas más bajas constituyen sistemas de humedales, como la laguna de Cámbulos, que proporcionan sitios de reproducción y refugio para muchas especies, regulación del agua y recursos como peces, frutas y materias primas.

Utilizamos los recursos de nuestro territorio para la dieta, para fines medicinales, como leña para cocinar, forrajes para animales domésticos, construcción de vivienda, elaboración de utensilios, artesanías, entre otros usos culturales. En la chagra tradicional tenemos cultivos que son la base de nuestra alimentación. El cultivo de la chagra se ha adaptado a un sistema rotativo debido a que los resguardos son pequeños y no permiten la agricultura migratoria tradicional, lo que, sumado a los cambios culturales, ha dado lugar a la pérdida de diversidad en los cultivos.

Nuestra Cultura

Somos conscientes de lo que hemos perdido al migrar de nuestro lugar de origen. Sabemos que hay elementos y prácticas que no podemos recuperar como las cuyas de origen, la convivencia en la maloca, el vestido tradicional, las reglas de parentesco y algunas ceremonias importantes. Sin embargo, hemos aceptado que debemos adaptarnos y nos hemos reunido alrededor de los valores culturales que nos definen como pueblo Tukano Oriental en Guaviare:

  • Conocimiento tradicional: identidad, lenguas, costumbres, Ley de Origen, historia, espiritualidad y creencias, plantas sagradas, danzas, mayores y sabedores, principios ancestrales y valores culturales.
  • Medicina tradicional: payés, kumuã y rezadores, plantas medicinales, rezos y prevenciones, cuidados de la salud.
  • Vida comunitaria: familia, reglas de parentesco, unidad, convivencia, participación y trabajo conjunto.
  • Conocimientos y prácticas de autosubsistencia: alimentos tradicionales, chagra y semillas ancestrales, prácticas de caza, pesca y utensilios de cocina.

Amenazas y soluciones

La proximidad de nuestros resguardos a la ciudad ha generado problemas de contaminación del agua, sobreexplotación de los recursos, presión por el desarrollo no deseado, ganadería extensiva y la pérdida de valores y prácticas culturales.

Hemos acordado que debemos recuperar y fortalecer nuestra cultura, ya que deseamos seguir siendo indígenas. En el futuro, esperamos mejorar nuestro sistema de educación propia articulado a la educación occidental, mapear las áreas de conservación dentro de nuestros territorios y mejorar nuestra organización interna a través de nuestras juntas de gobierno y de nuestra Asociación.


Este estudio de caso fue publicado originalmente por ONU Medio Ambiente - Centro Mundial para el Seguimiento de la Conservación en 09/21. El contenido fue proporcionado por los custodios de esta TICCA. La TICCA se ha declarado a sí misma y ha pasado por un proceso de revisión por pares para verificar su estado. Más detalles sobre este proceso se pueden encontrar aquí. El contenido de este sitio web no refleja necesariamente las opiniones o políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente o WCMC.

English

We, the Eastern Tukano people, inhabit Asopamurĩmajsã, which is made up of four indigenous reservations, La Asunción, La Fuga, Panuré and El Refugio, in the far north of the Colombian Amazon, in the department of Guaviare.

The History of Our Territory

History is important us, as it holds memories of our origin, the journey of our ancestors, and the knowledge of the lands and cultural practices shared across our people. Formerly, we occupied a large territory overlapping parts of Brazil and Colombia. We lived in malocas of families or clans, and often moved around to visit relatives and form marriages. The maloca is an ancestral house that is the center of culture, where all people learn and teach tradition.

In the 20th century, many people migrated from Vaupés to Gauviare in search of work and opportunities, to flee violence and war, and to find abundant fishing rivers and resources. Each ethnic group made their own journey to their final territory, taking with them their own practices but keeping their shared history and related constitutions.

In the same way as other indigenous peoples across Colombia, we have faced struggles to claim our rights. To help improve recognition of our reservations, we have joined multiple organisations: The Indigenous Authorities of Guaviare (CRIGUA II), the National Organisation of Indigenous Peoples of the Colombian Amazon (OPIAC) and the National Indigenous Organisation of Colombia (ONIC).

To protect ourselves from outside influences, and to protect our identity, culture and rights, the women of our people created a union Mujeres que Generan Vida y Esperanza (women who generate life and hope), and we have formed the constitution of Asopamurĩmajsã, an Association of Traditional Indigenous Authorities (AATI), which has been recognised by the Ministry of Interior Justice.

Our Organisation and self-governance

Indigenous reservations in Colombia are socio-political institutions which make their own governance decisions, have fixed territorial boundaries, and collective rights.

We are organised and united under the Association Assembly of our AATI, for which we elect representatives across the four reservations every four years. Each community then also elects their own leader and board of directors every two years. We have created life plans for each reservation which outline the policies and governance decisions which ensure the well-being of each community and reflects on the values and practices that make us Eastern Tukano Indigenous peoples.

Our Territory

The four reservations that make up our association do not have joined boundaries. Three are found in the municipality of San José del Guaviare and one is in El Retorno. In total they cover an area of 5091 ha: Panuré (303 ha), El Refugio (379 ha), La Fuga (3680 ha) and La Asunción (730 ha).

Recently, we recognised and declared indigenous and community conservation areas (ICCAs) within our reserves, which we hope to map soon. The territories are home to many species of fauna and flora, demonstrating the close relationship we share with nature. We consider ourselves protectors of the wild mountains and wetlands found here.

Each reservation has separate areas for different activities. Along the trails out of reach of the rivers and streams, there are houses for the community, food storage and resources, as well as pastures and chagras (an area opened up within the jungle to plant crops) for food production. The lower areas are covered by wetland ecosystems, such as the Cámbulos lagoon, which provide reproduction sites and shelter for many species, water regulation, and resources including fish, fruits and raw materials.

We use the resources of our territory for a nutritional diet, medicinal purposes, firewood, fodder and construction of houses and materials. Rotating chagra cultivation, we farm many crops which form the basis of our diet. However, restricted territory size and cultural changes have resulted in fewer crop varieties being farmed, making it harder to collect seeds, fruits and fibres.

Our Culture

Looking at our culture, we can see what we have lost through migrating from our place of origin. We know there are aspects we cannot recover, such as coexistence in the maloca, traditional dress, kinship rules and some important ceremonies. However, we have agreed to adapt and have identified the most valued things that define us Eastern Tukano people:

  • Traditional knowledge: identity, language, customs, history, beliefs, sacred plants, dances, elders, the Law of Origin, ancestral principles, and cultural values
  • Traditional medicine: spiritual leaders (kumuã), medicinal plants, prayers, health care, and farmers.
  • Community life: family, kinship, unity, coexistence, participation, and joint work
  • Self-subsistence knowledge and practices: traditional food, chagra and ancestral seeds, hunting, fishing, and cooking practices.

Threats and solutions

The proximity of some of our reservations to the city has led to problems of water pollution, overexploitation of resources, pressure for unwanted development, extensive cattle ranching, and some loss of cultural values and practices.

We have agreed we must strengthen our culture as we wish to continue being indigenous people. In the future, we hope to improve our education system in line with Western education, map the conservation areas within our territories and improve our internal organisation through governing bodies and our unified Association.


This case study was originally published by UN Environment Programme World Conservation Monitoring Centre (UNEP-WCMC) on 09/21. The content was provided by the custodians of this ICCA. ICCA is self-declared and has gone through a peer review process to verify its status. More details on this process can be found here. The content of this website does not necessarily reflect the views or policies of the United Nations Environment Program or WCMC.