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TICCA de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas de la Zona de Yapú Asatrizy: Wiiotory Yepaa, Colombia

Español [English below]

Nuestro Origen

Nuestro territorio, Wiiotory Yepaa, significa 'territorio entregado por el Creador'. Valoramos a nuestros seres ancestrales y de ellos recibimos conocimientos para el manejo, uso y cuidado del territorio visible e invisible y de la naturaleza en general. También nos entregaron conocimientos sobre plantas, elementos y prácticas culturales para mantener y suplir nuestras necesidades dentro del territorio. Estas prácticas se viven, y sentimos que mantienen nuestra cultura fuerte y nuestra identidad preservada. Se transmiten en la vida cotidiana de generación en generación, a través de ceremonias rituales y la práctica de usos y costumbres.

Cómo vivimos en el territorio

Nuestro territorio está localizado en la zona de Yapú, que forma parte del Gran Resguardo del Vaupés Parte Oriental, en el área rural del municipio de Mitú. La zona de Yapú se ubica en las cuencas de los ríos Yapú, Papurí y Caño Colorado y está conformada por ocho comunidades: San Francisco de Yapú, Puerto Simón, Puerto Nariño, Puerto Florida, Puerto Limón, San Gabriel de Caño Colorado, San Antonio y Santa Cruz de Nueva Reforma. Estas ocho comunidades se reúnen en la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas de la Zona de Yapú – ASATRIZY. En el territorio viven indígenas de diferentes grupos étnicos de la familia Tukano Oriental, principalmente Tatuyo, Bará, Tuyuka, Tukano y Carapana, entre otras como Makuna, Cabiyarí, Piratapuyo, Siriano, etc.

Adjuntamos con este estudio de caso la cartilla 'Origen e historia del proceso de un Nuevo Despertar' y nuestro Plan de Vida, donde contamos la historia de origen de nuestro pueblo, así como la historia de nuestro contacto con el mundo occidental. También describimos los procesos organizativos que hemos llevado hasta hoy, adaptando nuestro conocimiento tradicional con las herramientas legales que ofrece la legislación colombiana para los pueblos indígenas.

Comunidad

Hoy en día, vivimos en comunidades (casas unifamiliares), pero en el pasado la gente vivía en la maloca con su autoridad, que era el Kumú. La maloca es una casa ancestral; es el centro de la cultura donde todas las personas aprenden y enseñan la tradición: ceremonias rituales, trabajo comunitario, calendario tradicional. El kumú (también llamado payé o chamán) pide permiso al mundo invisible para promover el bienestar de la naturaleza y la humanidad.

Contamos para orientación y consejo de nuestras autoridades ancestrales reunidas en la Kumuã Yoamarã, que es la unión de los sabedores y aprendices de la zona de Yapú. Ellos son quienes reciben el conocimiento del mundo espiritual y algunos están especializados a manera de profesiones: kumuã, rezadores, historiadores o narradores, danzadores, tocadores de instrumentos sagrados, contestadoras y aprendices. Gracias a nuestra tradición, recibida desde el Origen, los sabedores mantienen viva la cultura con el cumplimiento del calendario tradicional y ritual, y preservan los conocimientos y prácticas para cuidar, utilizar y manejar el territorio garantizándolo para el futuro.

Territorio y subsistencia

Tradicionalmente vivimos de la selva y de nuestro territorio, y lo consideramos la principal fuente de recursos para todas nuestras necesidades. Tenemos ríos y caños, plantas medicinales, alimentos, materiales de construcción, minerales; en el territorio cazamos, pescamos, recolectamos frutos silvestres y sembramos la chagra (un área que se abre en la selva para los cultivos que son la base de nuestra alimentación). En el territorio están los sitios sagrados, lugares especiales que deben ser tratados con respeto y cuidado porque representan eventos importantes de nuestro origen y porque guardan una energía especial.

Amenazas

Actualmente nos enfrentamos a una situación crítica: por un lado, tenemos todavía a los kumuã, yoamarã y sabedores que mantienen la tradición y están dispuestos a transmitir sus conocimientos o dones a jóvenes y niños; por otro lado, los líderes y jóvenes de hoy ya no le dan mucha importancia a la tradición y a los consejos de nuestros mayores. Los cambios culturales se reflejan en la adopción del vestido occidental, las ceremonias tradicionales ya no se realizan tan estrictamente como antes, y algunas ceremonias del calendario no se están realizando.

El territorio está preservado, pero últimamente muchas personas no siguen las reglas de uso y manejo de los recursos. También se ha debilitado la comunicación entre el mundo visible e invisible (personas, árboles, peces, animales, agua) y toda la vida general de la naturaleza y la madre tierra. Esto significa que se pierde el don del conocimiento, junto con los valores y el cuidado tradicionales, lo que es una amenaza para las generaciones futuras. Muchos programas occidentales nos ayudan a mantener viva nuestra cultura y la resaltan, pero otros no la entienden y últimamente nuestros representantes se engañan con el dinero lo que ha generado más división, desunión y desánimo para el trabajo.

Apoyo necesario

En las comunidades, necesitamos recuperar la conciencia sobre el respeto y manejo del territorio, con los rezos de los sabedores y el cumplimiento de las normas para que podamos mantener la buena vida, tal como se define en nuestro Plan de Vida Unidos con un solo pensamiento para vivir bien. Necesitamos ayudar a los jóvenes a fortalecer los valores, como la obediencia y el respeto, y a participar en las actividades propuestas por el kumú para que los sabedores tengan aprendices que continúen el trabajo y mantengan la cultura. Con la reconstrucción de la maloca, podemos revivir no solo las ceremonias sino también nuestra tradición, el espíritu de trabajo y la unidad de pensamiento entre los Kumuã y sus seguidores, la comunidad y la vida en general.

En Asatrizy todavía queremos vivir, fortalecer y cumplir las normas de nuestra ley de origen. Nos reconocemos e identificamos como un territorio conservado comunitariamente, es decir, como un Ticca–Territorio de vida. Por ello pedimos apoyo del mundo de afuera para que nos ayude a fortalecer nuestra identidad, nuestra ley de origen y nuestra forma de vida ante las diferentes poblaciones del mundo, y para que las generaciones futuras mantengan y preserven nuestra cultura.


Este estudio de caso fue publicado originalmente por ONU Medio Ambiente - Centro Mundial para el Seguimiento de la Conservación en 09/21. El contenido fue proporcionado por los custodios de esta TICCA. La TICCA se ha declarado a sí misma y ha pasado por un proceso de revisión por pares para verificar su estado. Más detalles sobre este proceso se pueden encontrar aquí. El contenido de este sitio web no refleja necesariamente las opiniones o políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente o WCMC.


English

Our Origin

Our territory, Wiiotory Yepaa, means 'territory delivered by the Creator'. We value our ancestral beings and from them we receive knowledge for the management, use and care of the visible and invisible territory and nature in general. They also give us knowledge on plants, elements and cultural practices to maintain and supply our needs within the territory. These practices are lived, and we feel they keep our culture strong and our identity preserved. They are transmitted in daily life from generation to generation, through ritual ceremonies and practicing of customs.

How we live in the territory

Our territory resides in the area of Yapú, which is part of the Great Reservation of the Vaupés Oriental Part, a rural area of the municipality of Mitú. The Yapú area in the basins of the Yapú, Papurí and Caño Colorado rivers is made up of eight communities: San Francisco de Yapú, Puerto Simón, Puerto Nariño, Puerto Florida, Puerto Limón, Gabrand Caño Colorado, San Antonio and Santa Cruz de Nueva Reforma. These eight communities convene in the Association of Traditional Indigenous Authorities of the Yapú – ASATRIZY Area. Indigenous people of different ethnic groups of the Eastern Tukano family live in the territory.

Attached to this case study page you will also find the primer ‘Origin and history of the process of a New Awakening’ and our ‘United Life Plan’ which describes being “United with a single thought to live well”. In the primer we tell the history and origin of our people, including our contact with the Western world. We also describe the organisational processes that we still carry out today, adapting our traditional knowledge with the legal tools offered by Colombian legislation for indigenous peoples.

Community

Today, we live in communities (single-family houses), but in the past people lived in the maloca with their authority, which was the Kumú. The maloca is an ancestral house that is the center of culture, where all people learn and teach tradition: ritual ceremonies, community work and more. The kumú (also called payé or shaman) is required to ask permission from the invisible world, to promote the well-being of nature and humanity. Kumuã Yoamarã is the group of people who have a specialised knowledge of culture. It is made up of all the knowers of the Yapú area; who are all the elderly people that know the indigenous traditions. Kumuã are specialised praying people. Thanks to our tradition, received from our origin, ancestors, knowers and the kumuã, keep our culture alive. We preserve the appropriate knowledge to care for, use and manage the territory and thus guarantee it for the future.

Territory and subsistence

Traditionally we live from the jungle and our territory, and we consider it the main source of resources for all our needs. They contain rivers, medicinal plants, food, building materials, minerals, and allow us to hunt, fish and to prepare a Chagra (an area opened up within the jungle to plant crops). The territory has several sacred places, which are special places that must be treated with respect and care, because they represent important events from our origin, or hold a special energy.

Threats

Currently we face a critical situation - on the one hand we have the kumuã, yoamarã and the knowers, who keep the tradition and are still willing to transmit their knowledge or gift to young people and children. On the other hand, the leaders and young people of today no longer give much importance to the tradition and advice of our elders. Cultural changes are reflected in the adoption of Western dress, traditional ceremonies are no longer performed as strictly as before, and some calendar ceremonies are not being performed at all.

The territory is preserved, but lately many people, especially young people, do not follow the rules for use and management of our resources. They do not respect the sacred sites, do not obey the advice of the kumú and fail to comply with disciplines and health care. It has weakened the mutual communication between the visible and invisible world (people, trees, fish, animals, water) and the whole general life of nature and mother earth. This means that the gift of knowledge is lost, along with traditional values and care, which is a threat to future generations. Many western programs help us keep our culture alive and highlight it, but others do not understand it and lately our representatives have been deceived with money which has generated more division, disunity and discouragement of work.

Support needed

In the communities, we need to recover awareness about the respect and management of the territory, with the prayers of the knowers, and the fulfillment of the norms (rules/regulations) so we can maintain the good life, as defined in our ‘United Life Plan’. We need to encourage young people to strengthen the values: obedience and respect, and to participate in the activities proposed by the kumú so that the knowers have apprentices who continue the work and maintain the culture.

With the reconstruction of the maloca, we can revive not only the ceremonies but also our tradition, the spirit of work, and the unity of thought between the Kumuã and their followers, the community, and territorial life. At Asatrizy we still very much want to revive, strengthen and comply with the rules of our law of origin. We recognise and identify ourselves as one of the territories and areas conserved by indigenous peoples and local TICCA communities. That is why we ask for great support from the outside world to help us strengthen our identity, our law of origin and our way of life before the different populations in the world, so that future generations maintain and preserve our culture.


This case study was originally published by UN Environment Programme World Conservation Monitoring Centre (UNEP-WCMC) on 09/21. The content was provided by the custodians of this ICCA. ICCA is self-declared and has gone through a peer review process to verify its status. More details on this process can be found here. The content of this website does not necessarily reflect the views or policies of the United Nations Environment Program or WCMC.