Resguardo Indígena Villa Catalina de Puerto Rosario, Colombia
El resguardo Inga Villa Catalina de Puerto Rosario (RVCPR), situado en el suroeste de Colombia, fue creado mediante la Resolución 020 del 29 de junio del año 2000 del Instituto Colombiano de Reforma Agraria INCORA. El resguardo esta localizado en el municipio de Puerto Guzmán, departamento del Putumayo. La constitución del resguardo se hizo en territorio ancestral del pueblo Inga, que para el INCORA era “terreno baldío”, y consta con un área de 68.357 has, 5.900m2. Adicionalmente, la comunidad cuenta con predios colectivos en el territorio ancestral, ubicados en la vereda Puerto Rosario (Puerto Guzmán), adquiridos recientemente, donde esta la infraestructura comunitaria, como: la sede de la institución educativa, la casa cabildo, y predios en los que las familias adelantan actividades productivas como la siembra de yuca, plátano y asai. Estas zonas abarcan áreas de bosque húmedo tropical, con potencial de conservación a partir de la cosmovisión y ley de origen Inga, reconocido en las áreas de conservación comunitaria TICCA.
El territorio del resguardo RVCPR hace parte de un nodo de conectividad paisajística localizado de manera estratégica en el interfluvio de los ríos Caquetá y Putumayo, corredor biocultural que permite de manera directa la conexión de corredores con ecosistemas andinos. En el mapa 1 se observa la franja (perímetro rojo) donde todavía persisten corredores que conectan la amazonia con la zona andina dentro de los municipios de Puerto Guzmán, Mocoa y Villagarzón en Putumayo, y Piamonte en el departamento del Cauca. El perímetro amarillo corresponde al resguardo de Villa Catalina.
Mapa 1. Mapa de Villa Catalina de Puerto Rosario (delineado en amarillo) en relación a la conectividad paisajística con la Amazonía (delineado en rojo) en Colombia. Fuente: IAVH, 2015.
Este resguardo permite a las comunidades indígenas tener acceso a la cacería, la pesca, los salados y a los sitios sagrados. También a la recolección de plantas medicinales, como: los rodales de yagé (una enredadera sudamericana utilizada para la ayahuasca), chagro montuno (planta esencial en la preparación del Yagé, lo que subraya su importancia en las prácticas espirituales y medicinales del Inga), y a pepiaderos; siempre bajo el enfoque de conservación y protección del territorio. Para el pueblo Inga, los pepiaderos son lugares de importancia cultural donde los animales de la selva buscan pepas, semillas nutritivas de palmas y árboles. Estos sitios, además de ser "despensas" naturales para la fauna, representan un espacio de conexión entre la vida humana, animal y vegetal, y evidencian la profunda sabiduría del pueblo Inga al respetar los ciclos naturales de la selva. Los pepiaderos son un reflejo de la estrecha relación que los Inga tienen con la naturaleza, un vínculo que se basa en la relación y el conocimiento de la naturaleza.
El resguardo RVCPR se encuentra en una zona de alta biodiversidad, crucial para la funcionalidad de los ecosistemas andino-amazónicos. Su posición estratégica, junto a un "hotspot" de biodiversidad amenazado, lo convierte en un espacio vital para la conservación. Sin embargo, la historia de la ocupación del territorio, marcada por la explotación extractiva, la colonización y la violencia, ha resultado en la fragmentación del paisaje y la deforestación. Por su parte, situaciones de desplazamiento y búsqueda de oportunidades laborales o académicas, han conllevado a que otros miembros de la comunidad se ubiquen en aras urbanas de los municipios de Puerto Guzmán, Mocoa y Villagarzón.
La deforestación, que ha alcanzado niveles críticos en los últimos años, pone en riesgo la pervivencia física y cultural de las comunidades indígenas y la conservación de la biodiversidad del área. La presencia de actores armados exacerba la situación, generando un conflicto que amenaza los derechos colectivos y la autonomía del resguardo. Proteger el resguardo RVCPR es crucial para la conservación de la biodiversidad y la cultura de la comunidad, y requiere una acción urgente para detener la deforestación, combatir la presencia de actores armados y garantizar la seguridad y el bienestar de la población indígena. Todo esto ha generado un proceso de fortalecimiento de la autonomía sobre el territorio, lo que generará herramientas para avanzar en procesos de conservación comunitaria como la figura TICCA.
El resguardo RVCPR ha completado un hito histórico: convertirse en un Territorio TICCA. Este paso, tomado de la mano con la TICCA Musuiuia de Orito, representa una unión importante para la protección de la naturaleza y la cultura.
Para la comunidad Inga, llamar su resguardo un TICCA significa un compromiso por la conservación de la naturaleza y protección de la cultura, la defensa de su territorio ancestral y la preservación de sus tradiciones y conocimientos ancestrales. Es una decisión estratégica que permitirá al resguardo fortalecer la autonomía, el manejo del territorio y la protección de la naturaleza, uniendo sus esfuerzos con hermanos y hermanas TICCA de Colombia y el Mundo.
Este camino permitirá a la comunidad Inga a caminar por un futuro sostenible, donde la cultura y la naturaleza se fusionen en un tejido de respeto, colaboración y protección. Es el inicio de una nueva era para el resguardo de Villa Catalina, un espacio donde se fortalece la identidad indígena, la defensa de los derechos colectivos y la conservación del patrimonio natural.
Esta área TICCA facilitará la conservación de la naturaleza y la cultura y apoyará y fortalecerá la conservación del territorio y sus prácticas culturales. Con este registro se contaría con dos áreas TICCA registradas por el Pueblo Inga en el departamento del Putumayo en Colombia, iniciativas que permite consolidar la gobernanza, conservación y manejo cultural del territorio Inga. Otras reservas y comunidades Inga estarán aprendiendo sobre este movimiento internacional de territorios y áreas conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, a través del cual la comunidad Inga puede reafirmar los mandatos de los ancianos, detener las amenazas latentes y contar con el apoyo de pueblos amigos y aliados del mundo para la conservación de la naturaleza y la cultura.
Este estudio de caso fue publicado originalmente por UNEP-WCMC en 10/24. El contenido fue proporcionado por los custodios de esta TICCA. La TICCA se ha autodeclarado y ha pasado a través de un proceso de revisión por pares para verificar su estado. Puede encontrar más detalles sobre este proceso aquí. El contenido de este sitio web no refleja necesariamente las opiniones o políticas del Programa de ONU Medio Ambiente o WCMC.