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Cáñar-Barjas, España

Descripción

El espacio que administra la Comunidad de Regantes de Cáñar/Barjas se sitúa en las laderas occidentales de la vertiente meridional de Sierra Nevada o comarca de la Alpujarra (Granada, España). En la actualidad comprende algo más de 500 hectáreas que se disponen escalonadamente formando un extraordinario paisaje de terrazas de cultivo y de las que son propietarias 362 personas. Las atribuciones fundamentales de esta Comunidad de Regantes son la conservación de 36,5 kilómetros de acequias y la regulación del agua por ellas.

Historia

En documentación histórica del período morisco granadino (1501-1570) se constata que el pueblo de Cáñar y el de Barjas ya derivaban agua del río Chico por medio de su acequia madre. Desde ella se distribuía por su término a través de otros brazales o acequias secundarias con la finalidad de fertilizar sus espacios agrícolas y abastecer a su población y ganadería. La desaparición del núcleo urbano de Barjas en la primera mitad del siglo XIX, debido a un deslizamiento de la ladera donde se ubicaba, conllevó que su término municipal quedase anexionado al de Cáñar.

La gestión del agua

El agua que mana de estas laderas viene siendo gestionada desde época medieval por la población local a través de una organización comunitaria. Por norma consuetudinaria plasmada en los libros de Aguas de esta Comunidad de Regantes, que fueron actualizados en 1877-1878 sobre otros libros más antiguos, tienen derecho al uso del agua todos aquellos propietarios de tierras de regadío dentro del término municipal, en el tiempo que les corresponda por el reparto diario que se hace del agua comunitaria según la superficie de tierra a irrigar. Tradicionalmente el agua va asociada a la tierra y, por tanto, no se permite especular con el derecho de su uso al margen de la tierra que fertiliza.

El funcionamiento de esta Comunidad de Regantes está establecido en unas Ordenanzas y Reglamentos que recogen las aguas de las que se puede hacer uso y los derechos y obligaciones consuetudinarias de los comuneros que la componen. Corresponde a todos sus miembros el mantenimiento de los cauces de las acequias madre o principales (Grande, Barjas, Beber y Acequia Vieja), que distribuyen el agua para el regadío de las áreas agrícolas por otras acequias secundarias o brazales.

En el resto de las infraestructuras comunitarias realizan diversas funciones, entre ellas el mantenimiento de las presas de derivación de aguas y de los partidores del agua, el encauzamiento de arroyos estacionales hacia las acequias madre y la limpieza anual de dos albercas, denominadas de la Sierra y del Molino. Ambos embalses, con capacidades de almacenamiento de 2500 m3 y 900 m3, respectivamente, fueron construidos a finales del siglo XVIII con la inteligente intención de almacenar las aguas comunitarias durante la noche en los períodos de menor disponibilidad de volúmenes de agua (primaveras secas y veranos), para disponer de un mayor volumen y enviarlas con más presión al día siguiente o cada dos días hacia las acequias secundarias que les corresponda según los repartos del agua. La conservación de las acequias secundarias o brazales son efectuadas únicamente por aquellos propietarios que riegan sus tierras de cultivo por ellas.

Gobernancia

El funcionamiento vital de la Comunidad se supervisa a través de una Junta General. A ella tienen derecho de asistencia y participación, con voz y voto, todos los propietarios de tierras con derecho de uso de agua. A ello se añade el nombramiento de un acequiero, encargado de la permanente vigilancia de sus cauces y de la distribución del agua desde las acequias madre hacia los brazales según el reparto.

En la Junta General se designa una Junta de Gobierno de la Comunidad, mediante elecciones celebradas cada cuatro años. Es un órgano directivo formado por Presidente, Vicepresidente, Secretario-Tesorero y por cuatro vocales, elegidos de entre todos los comuneros. Estos vocales, denominados del Viernes, del Jueves, de la Vega de Cáñar y de Barjas, son los encargados de informar periódicamente a la Junta de Gobierno sobre el estado de las infraestructuras hidráulicas comunes y las incidencias que se produzcan en ellas (roturas, filtraciones, desbroces, necesidad de obras, etc,). Esta Junta de Gobierno tiene potestad para sancionar a aquellos comuneros que no cumplan con obligaciones establecidas en las Ordenanzas, después de que el problema sea planteado, debatido y votado por los comuneros en Asamblea. Seguidamente un Jurado de Riegos aplicará las sanciones correspondientes.

La gestión del agua por la Comunidad de Regantes de Cáñar/Barjas se viene efectuando durante siglos según usos y costumbres tradicionales aplicadas sobre un complejo sistema hidráulico. Y prueba de ello es su perduración en el tiempo y la sostenibilidad del sistema.

Además de utilizarse para el regadío de tierras agrícolas, finalidad originaria para la que fueron pensadas y trazadas sus acequias, estas son fundamentales para la recarga artificial de los acuíferos ubicados a cotas inferiores de la línea de rigidez que marca el trazado de sus acequias, asegurando el abastecimiento de agua en épocas de escasez. Asimismo, contribuye también en la conservación del paisaje cultural creado desde época medieval y su biodiversidad, en la fijación de la población rural que posibilita todo ello y en el sustento de la cabaña ganadera que aprovecha los pastos en régimen extensivo. En definitiva, es un método de manejo del recurso agua que aporta unos servicios ecosistémicos de gran relevancia.


Este estudio de caso fue publicado originalmente por UNEP-WCMC en 05/21. El contenido fue proporcionado por los custodios de esta TICCA. La TICCA ha sido autodeclarada y ha pasado por un proceso de revisión por pares para verificar su estado. Puede encontrar más detalles sobre este proceso aquí. El contenido de este sitio web no refleja necesariamente las opiniones o políticas del Programa de ONU Medio Ambiente o WCMC.